Decora tu casa con papel pintado
Como tantos otros complementos decorativos, el papel pintado se importó de Oriente en el siglo XVII. Fue la Revolución Industrial la que permitió popularizarlo, gracias al abaratamiento de la producción y a lo largo del siglo XX ha vivido varios momentos de esplendor, especialmente durante las décadas de los 60 y 70. En la actualidad, la decoración con papel pintado ha experimentado un resurgimiento que, por suerte, parece que va a ser duradero.
Es un recurso estético que nos encanta, por las infinitas posibilidades creativas que ofrece al decorador. Con el empapelado de una o varias paredes de una estancia conseguimos fácilmente que se vea absolutamente transformada.
Como revestimiento de paredes, es complementario a la pintura y su instalación es sencilla. Al igual que sucede con las alfombras, podemos utilizar el papel pintado para diferenciar ambientes dentro de una misma estancia.
Existen papeles adecuados para todas la estancias y circunstancias, incluso para habitaciones húmedas como el baño o la cocina. Los papeles vinílicos aguantan bien a humedad y se limpian con un paño húmedo.